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¡Han venido los Reyes Magos!

12 marzo 12+00:00 2007

Ayer fui a recoger a casa de Tatiana las dos cajas que dejé cuando me volví a España. De vuelta a casa en el taxi iba a pensando qué habría en ellas. Sabía que algo de ropa de invierno y libros, pero no conseguí recordar nada concreto.

El taxista que me llevó a casa tenía complejo de Fernando Alonso, como todos los rusos, la verdad. Como era domingo y las calles estaban casi vacías, aprovecho para sentirse el amo de la ciudad…hasta que yo le pedí que fuera más despacio. No por la velocidad en sí, sino por los frenazos que daba, que me estaban mareando. Y claro, se ofendió. Para colmo cuando voy a pagarle, en lugar de los 330 rublos (unos 10€) que acordé por teléfono, me dijo 400. Protesté. Me dijo: «400 sin cambio, 330 si tiene justo». Y menos mal que tenía justo, porque hubiera ido al fin del mundo a cambiar, por lo darle ni un rublo de más a semejante imbécil. Y como no me pude estar callada, al final le dije: «¿Que se cree, que los extrajeros somos tontos?. Respuesta: «No, pero usted sí». Me estuvo bien, por bocazas.

Ya en casa, el ansia me puede y me abalanzo sobre las cajas. Dios, ¡qué emoción!. En la primera hay libros, ¡cuántos!, y ropa de invierno: un jersey, dos abrigos y una botas maravillosas y supercalentitas. En la segunda caja más libros (¿estaba loca?), cachivaches para la cocina, un despertador (que ya estuvo conmigo en Edimburgo), un pijama de Portugal que me compró mi mamá y unos altavoces.

 reyes-magos.jpg

No recuerdo la sensación de abrir los regalos en Reyes cuando era pequeña, pero creo que tenía que ser algo así. No sabes por dónde empezar ni qué cosa te hace más ilusión, quieres jugar con todas a la vez: ponerme el pijama, después el jersey, los dos abrigos por encima y las botas, ¡que no falten las botas! No lo hice, aunque sólo con imaginármelo, esbozo una sonrisa. Más tarde les llegó el turno a los libros, revistas y carpetas con apuntes.  Después de pasarme un buen rato (h)ojeándolos, los coloqué en la repisa de la ventana, para poder verlos bien. Son pequeños trofeos.

Con los nervios del reencuentro me dieron las 3 de la mañana.

Un comentario

  1. Navidad navidad es la navidad. Quiero abrir cajitas yo tambien. Parece muy acogedora la ventanita. 🙂



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